Y se vuelve costumbre los viajes a Costa
Rica, ese país me jala siempre, siempre inesperadamente, siempre disfrutándolo plenamente.
Foto:@soyhimera
Me fui a Costa Rica en un tipo de trip
que no estoy acostumbrada a realizar fuera de mi país, un viaje de ecoturismo,
para conocer alguna de las maravillas naturales de este gran país.
Luego de muchos kilómetros recorridos desde Panamá, llegamos a Costa Rica, un grupo de personas a los cuales los une
el deseo de conocer todos los secretos de Pachamama, esa que nos da tanto y nos
regocija siempre.
Nuestro primer día fue una aventura
sin igual, ir al Volcán Turrialba, caminamos por unas cuantas horas; de
tanto caminar llegamos a la cima a pleno amanecer. Estábamos congelados, claro
por el frío, pero, además por el espectáculo visual que teníamos, ver todo esto
fue tan alucinante, que nos enamoró a primera vista.
Foto: @emmanuel.1890
Luego de esta aventura nos fuimos a Bajo
del Toro a buscar alojamiento, en este lugar, continuaría el resto de nuestras
aventuras. Ya para estos días, este grupo se unía más y el deseo de nueve
personas se hizo uno, el espíritu aventurero de todos se hizo uno y latía vívidamente
por seguir descubriendo más y más y sacarle el jugo a esta gran experiencia de
viaje.
Foto:@soyhimera
Nuestro segundo día fue destinado a
conocer cascadas (cosa natural para mí, en mi país, pero no en el exterior). De
mucho andar y por cuestiones del destino o bondades de esa Pachamama que nos cuidó
siempre, llegamos a una bella y grande Cascada, llamada Pozo Azul, un buen
calentamiento para lo que nos tocaba el día siguiente.
Foto:@scrossnx
Para concluir fuimos al Volcán Poás un
gran sendero, muy buena compañía, conseguimos unos guías extras excelentes, dos
canes que nos acompañaron desde el inicio al final. Lo que más me impresionó
fue ver el amarillo tan vivido, que deja el azufre, su gran cráter, uno de los
más grandes del mundo, su cortina de humo y los gases que manan desde dentro y
se lucen en el cráter, esto de verdad
deja sin palabras, luego de estos recorrer el sendero de regreso es como estar en
otro planeta, tan extraño, tan exótico, tan exquisito.
Foto:@soyhimera
Este viaje fue una gran aventura, supero
todas mis expectativas, como siempre, vengo con un gran aprendizaje, con nuevas
personas con quien compartir mis aventuras y con el deseo de seguir llevando
este estilo de vida, que me hace tan pero tan feliz.
Hasta la próxima.